Por un mundo sin esclavitud
En todo tiempo y lugar existió la esclavitud, mientras haya gente que no diga que NO!
Uno de los casos, más frecuentes de explotación, es el maltrato en talleres textiles
Los talleres textiles clandestinos en Argentina, son una forma de esclavitud moderna porque se calcula que hay entre 150 mil y 200 mil trabajadores textiles informales. Tan sólo en la provincia de Buenos Aires hay no menos de 12 mil talleres clandestinos; y en la Capital Federal existen entre 3.000 y 3.500, según la estimación de la Defensoría del Pueblo, aunque el Gobierno porteño la relativiza un poco. “Yo calculo que habrá 2.000″, dice el subsecretario del Trabajo, Jorge Ginzo según información aparecida en Clarín y otras paginas on-line.
En lo que todos coinciden es que en muchos casos se trata de trabajo esclavo, hijo de una tradición de la industria textil. El 78 % de los trabajadores textiles está en negro, según reconocen las autoridades del sector. Y la cadena de valor es desproporcionada: al tallerista se le paga un peso (0,30 U$D) por cada prenda que luego puede llegar a venderse a 200 veces más ese valor en un centro comercial.
También, descubren caso de "esclavitud" en Francia, un país desarrollado…[1]
Agentes de la policía francesa descubrieron un caso de "esclavitud moderna" en Francia, al encontrar a un hombre que llevaba trabajando 15 años en condiciones infrahumanas en un taller textil de la sureña localidad de Lyon. De acuerdo con las autoridades policiales, el hombre trabajaba desde 1992 en el taller textil de una familia de Túnez más de 40 horas semanales por alrededor de 120 dólares al mes, alrededor de 12 veces menos que el salario mínimo en Francia (621 dólares mensuales por una jornada semanal de 35 horas).
Últimamente se han conocido casos de sometimientos sexuales
El primer caso ocurrió en Austria donde un hombre encerró a su hija, hoy de 42 años, cuando esta tenía 18 y la violó repetidamente. Fruto de los abusos nacieron seis hijos, de los que tres vivían bajo tierra y otros tres fueron sacados de allí por Fritzl, que los crió con su esposa alegando que su hija los había abandonado.
El segundo y más conmocionante, por su proximidad, fue el caso del “monstruo de Mendoza”: Un mendocino, al que llaman “El Chacal”, que durante más de veinte años violó a su hija, quien tuvo por eso siete hijos y lo denunció porque amenazaba abusar de la mayor.
Uno de los prejuicios más vigentes es el del Racismo
A pesar de las buenas intenciones que se expresan en la Carta de las Naciones Unidas de 1945, este histórico documento no ha cambiado al mundo como era su intención. Los esfuerzos de la comunidad internacional para cumplir los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los seres humanos, independientemente de raza, sexo, lenguaje o religión, han sido inadecuados. En la actualidad persiste la discriminación racial, los conflictos étnicos y la violencia, en muchas partes del mundo.
Un caso[2] es el de niños Afro-americanos e Hispanos, en distritos escolares donde predominan los blancos, a los que se les clasifica como “incapaces de aprender” con más frecuencia que a los Blancos. Esto hace que a millones de niños de grupos minoritarios se les administren drogas que alteran la mente para “tratar” su “trastorno mental”. Y sin embargo, con instrucción temprana en lectura, el número de estudiantes clasificados como “incapacitados” podría reducirse hasta en un 70 %, lo que muestra que el factor que se considera aquí como el causante de un trastornó mental nuevamente no es otra cosa que un arbitrario.
Un hecho de discriminación ocurre en las cárceles de los Estados Unidos, donde hay un número excesivo de afro-americanos e hispanos comparada con la población americana.
En Inglaterra, es diez veces más probable que a los hombres de raza negra se les diagnostique como “esquizofrénicos” que a los hombres de raza blanca y se les prescriben y administran dosis más poderosas de drogas psicotrópicas (que alteran la mente), es también más probable que reciban tratamiento de electroshock (administración de 400 voltios de electricidad través del cerebro de electricidad con el fin de controlar o alterar el comportamiento de la persona).
Alrededor del mundo, se continúa atacando a las minorías raciales. Los efectos son: pobreza, familias destruidas, juventud arruinada e inclusive genocidio (destrucción deliberada de una raza o cultura). No importa cuán elocuentes sean las plegarias o los esfuerzos sinceros de los líderes religiosos, de nuestros políticos o nuestros profesores, el racismo simplemente parece persistir.
Como demuestran estos casos es un hecho de que el racismo y otros prejuicios o prácticas aberrantes existen en la actualidad y no hay miras de que desaparezcan.
Bibliografía
www.elsiglodetorreon.com.mx
En http://www.clarin.com/diario/2009/04/12/um/m-01895190.htm
www.pressbox.com.uk
Aguirre Leandro
Benito Martín
[1] www.elsiglodetorreon.com.mx
[2] www.pressbox.com.uk
lunes, 8 de junio de 2009
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